martes, 2 de enero de 2018

MISCELANEAS DEL SUR
Lcdo. Rafael Chino Velázquez
Rafael.velazquez.a@gmail.com

UN AGUINALDO PARA TUMEREMO

Navidad tiempos de reflexión y por qué no de contrición, así está establecido en el reloj del tiempo, dónde se  pulsa el latido de un sufrido corazón, avergonzado, triste y acongojado como el desaventurado que no tiene doliente.
La pérfida del destino se acucurra en las doce campanadas que pone fin al viejo año. Queda atrás la desidia del viejo año, que como bolsón de cangrejuelos busca un seguro maniantal para poder subsistir ante la fuerte corriente que lo arrastra sin contemplación alguna.
Sí el Ave Fénix resucitó de las cenizas, nos preguntamos ¿será que Tumeremo, tendrá que revivir lo que fue en un pasado? o es necesario que resucite como la mitológica Ave Fénix y recupere lo que en un pasado  representó.
En Tumeremo, la vida tiene sabor tropical, el tono ardido y genuino de lo que está a las puertas de lo inesperado, se siente y se vive con una temperatura y una prisa que exaltan y que nos llevan al recuerdo imperecedero del terruño que nos vio nacer.
Nuestro pensamiento se inclina a la corriente que camina rumbo a la intricada selva, por el derrotero azul de sus ríos que nos remontan a las selvas desfiadoras, hacia las montañas cargadas de tesoros y de hechicerías, hacia los torrentes intocados, hacia la llanuras ilimitadas, hacia la tierras todas por donde se tendrán las rutas definitivas de lo por venir.
Exactamente es aquel Tumeremo donde se abre la pica para que el pie sin temor y, bajo la misteriosa selva, se escuche una canción de aventuras y de aquellas conquistas que produjo el sueño del Tumeremo  del porvenir, como la orquídea aquella que flota en la cúspide del árbol.
De ese pedazo de Tumeremo, donde confluyen los vientos alisios que soplan del nordeste que  engendran una embrujadora brisa que reconforta nuestro génesis, sin embargo a pesar de que el poblado permanece incólume ante las adversidades.
Tampoco es menos cierto que desde hace algunos  años Tumeremo, ha venido sufriendo un retroceso en cuanto a progreso se refiere. Muchas pero muchas son las contradicciones que se enfocan hacia la parte negativa que embadurnan el ansiado desarrollo sustentable que demanda la capital del Municipio Sifontes.

El desarrollo de Tumeremo dio lugar  a un crecimiento con un ritmo acelerado que indudablemente contribuye a un constante incremento de la economía informal que ocupa las principales calles de la población, no obstante la comercialización del oro es otro de los factores económicos que viene a paliar la maltrecha y deteriorada economía que actualmente franquea la parroquia capital.

Nos referimos a las vagas promesas electorales que los diferentes candidatos le ofrecen al electorado de Sifontes; pero que al llegar al penaculo  del poder se olvidan que una vez visitaron a Tumeremo.
Cabe recordar que en esa ocasión  le ofrecieron asfaltado, construir un liceo, recuperar el hospital José Gregorio Hernandez, remozar el acueducto, recuperar el aeropuerto y para cerrar con broche de oro el Ex Gobernador Francisco Rangel Gómez, les ofreció a los pobladores de Sifontes deleitarlos con la Sinfónica llamada la “Rumba del Asfalto”, concierto este jamás cristalizó. Concluyó su mandato y la vaina quedó en promesas incumplidas.
Nuevamente el pueblo eligió otro líder de la revolución bonita, Justo Noguera Prieti, en consecuencia, los habitantes de Tumeremo esperan que el recién electo Gobernador sea Justo y tome la decisión de enmendar el célebre ofrecimiento de su antecesor.
No existe impedimento político alguno para que el pueblo no sea beneficiado en todos y cada uno de los proyectos que por derecho constitucional le corresponde.
Los tumeremenses reclaman que su terruño cuente con unos servicios públicos de alta calidad, máxime cuando en sus predios existen grandes yacimientos auríferos y de sus extrañas extraen grandes cantidades del preciado metal, pero que lamentablemente el pueblo nunca ha sido beneficiado por la explotación de este rubro aurífero.
Todo lo contrario el metal cual es procesado a través del llamado Arco Minero y este es recibido por el Banco Central de Venezuela para luego cumplir con los compromisos financieros del Estado venezolano.
En esta fecha cuando se acerca la Navidad y se le rinde culto al predestinado de Galilea los pobladores de Tumeremo estarían agradecido de que el señor Gobernador Justo Noguera Prieti, le dispense un “Aguinaldito” a Sifontes ese no sería otro  que la solución del rosario de calamidades por el cual transita los moradores de este pueblo minero llamado Tumeremo

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