AQUÍ TUMEREMO
Rafael “Chino”
Velázquez
Rafael.velazquez.a@gmail.com
TUMEREMO: “EL LABERINTO DE LA DISCORDIA”
La felonía política discurre en
el devenir del tiempo impertérrito cuyos males mayores los sufre el populacho
irreverente, siempre a la espera que la placidez de sus representantes midan
las consecuencias de los problemas sociales, económicos y políticos que padecen
sus habitantes.
Un pueblo no puede ser abrumado ante la forma inadecuada de
practicar esa ciencia llamada “política”, es necesario aplicar el sentido común
y razonar adecuadamente para enfrentar los múltiples problemas que afecta a sus
congéneres.
Todo pueblo aspira a obtener
buenos dividendos económicos para poder cuantificar el derecho que le
corresponde desde la óptica global con el fin de conquistar un verdadero y
eficiente desarrollo sustentable, donde sus habitantes coadyuven el objetivo fundamental
de progreso, aspiración esta que motiva la esperanza de todo poblado.
Dentro de ese singular contexto
ubicamos a Tumeremo, cuya semblanza
patética se refleja en todos sus aspecto; la economía lugareña sufre las
consecuencias irreductible de un “agudizo estranguléis”, por cierto que
mientras el pueblo ramalea en busca de un mejor porvenir, sus representantes
enarbolan ese frenético palabrerío que inundan el espacio político.
Tumeremo no puede continuar
navegando en las voluptuosas aguas de la indiferencia, por lo tanto es preciso
limar las aspereza, ubicar el tiempo necesario para que el razonamiento
político apueste al futuro qué realmente merecen los tumeremenses.
No se justifica que los vecinos
se conviertan en los paganinis de los platos rotos que en determinado momentos
surgen a la vista de ese anclaje denominado “Poder”. Las diferencias políticas no se pueden sugestionar por el
mero capricho de obtener dividendos políticos, todo lo contrario el pueblo
merece y espera políticas que impulsen la “desbaratada y maltrecha economía
pueblerina”.-
Un pueblo sin recurso es un
pueblo que fenece inmisericordemente, consecuencias estas que se reflejan en el
desenvolvimiento económico de la estructura del municipio. Negar los recursos equivale
sentenciar la dilación para invertir en proyectos y obras que realmente le apremia
al pueblo de Sifontes.-
El pueblo de Sifontes espera con
ansiedad que sus representantes cumplan con el sagrado deber de proveer los
recursos necesarios para que el pueblo avance y logre su desarrollo. Negar la
aprobación del presupuesto al municipio Sifontes irradia severas consecuencias
para sus habitantes y por consiguientes a todo el conglomerado que labora en la
Alcaldía Municipal. Ante tal hecho es
importante interponer la “Tolerancia”, como dispositivo elemental que ciñe el
buen entendimiento del ser humano.-
El tiempo apremia, es inexcusable
que la manipulación política motive pugnas innecesarias, cuyos resultados serian
fatales para el municipio Sifontes.
Ahora bien; mientras se
desarrollan estos acontecimientos, él pueblo se encuentra huérfano en cuanto a
obtener los rubros alimentarios, en caso de ubicar uno más que otro, su valor
es astronómico.
La salud sufre la arremetida de
la escasez de medicina, el paludismo goza un “bolón y parte de otro”, en
resumen los problemas cotidianos se postran y se excavan cada minuto. Ante esta
problemática que perturba palmariamente al pueblo de Sifontes, compromete que
su representación popular analice la actual situación económica que padece las
tres parroquias que conforman al Municipio Autonomo General Domingo Antonio
Sifontes, es decir El Dorado, San Isidro y la parroquia Capital Tumeremo.
Lo importante es que el pueblo
adquiera y disfrute a plenitud el bienestar social, económico y político de
acuerdo a lo establecido en la Carta Magna, sin tolerar estrechez de ninguna naturaleza.
Es el momento de aprovechar ese concepto denominado dialogo, persistentemente sea
fraterno, coparticipe, que marche en beneficio de toda la colectividad de Sifontes.
Responsablemente advertimos no
conviertan a Tumeremo en “el laberinto de la discordia”.-
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